rss
email
twitter
facebook

Silencio y Hablar


Escribo metafóricamente sin colocar nombres ni identificar claramente para no provocar daño. Traslado las ideas interminables en mi cabeza porfiada y compleja de una manera sutil para no correr el riesgo de tener que responsabilizarme más allá de lo que me creo capaz o estoy dispuesto aunque, sin embargo, abiertamente declaro (por este y otros medios) que la impulsiva e impertinente comunicación a veces es la mejor opción para abrir o cerrar capítulos.

Y hay veces que realmente no comprendo este temor, la torre de piezas ya es alta y bien lograda. Hay capítulos cerrados, otros abiertos pero concientemente ya postergados y unos pocos que simplemente dejaron de ser tema por decisión de los actores involucrados. Luego de años de responsabilidad auto impuesta dije "hasta acá no más" y solté amarras, dejé ir la soga en que pretendí mantener todo y a tantos. No más culpas, no más asistencialismo y, por cierto, no más ganas de volver a estar ahi ante futuras etapas de arrepentimiento o reconsideraciones. ¿Extraño no? Pero tal vez hasta el más porfiado se da cuenta hoy que hay situaciones que a veces escapan de nuestras manos, por las que hay que dejar que fluyan solas al son de sus propias turbulencias y con sus propios golpes. Total, ¿habrá alguien después pensando por mí todo aquello que pospongo por resolverle la vida al mundo?

Tiempo para pensar en mí.




1 comment:

Daniel said...

Puede que la torre esté bien lograda, que incluso se mantenga en pie a pesar de todo. Pero, ¿cómo está la base? ¿Está del todo equilibrada? ¿La construiste de un material firme? Creo que muchos nos hacemos esa pregunta. Puede que haya sobrevivido a muchos golpes, muchas caídas y quizás, aluviones. Pero, nadie sabe si seguirá así de firme más adelante. Todos queremos creer que sí.

Creo que, llega un punto en el cual, queremos ser egoístas y pensar sólo en nosotros. Pero, literalmente. De todas manera, hay ciertas situaciones que se escapan de nuestras manos y nada que podamos hacer, podrá hacerlas volver a nuestro dominio. En ese caso, no queda más que dejar ir y que pase lo que tenga que pasar. Al fin y al cabo, toda acción tiene su consecuencia.

Llegó el momento de pensar.

Saludos :]